Descubierta por Antoine Darquier
de Pellepoix en 1779.
La famosa Nebulosa del Anillo M 57 es vista a menudo como el prototipo
de nebulosa planetaria, y es un verdadero espectáculo en el cielo de
verano del hemisferio norte.
Investigaciones recientes han confirmado que en realidad es, muy
probablemente, un anillo (toro) de material brillante que rodea a su
estrella central, y no un caparazón esférico (o elipsoidal),
coincidiendo así con una presunción original de
John Herschel.
Vista desde un plano ecuatorial, se parecería más entonces a la nebulosa
Dumbbell
M 27 o la
Nebulosa Pequeña Dumbbell M 76, en lugar de la apariencia con que la
vemos desde aquí; sencillamente, sucede que la observamos desde cerca de
uno de sus polos.
Esto resulta contrario a la creencia expresada por ejemplo en el libro
de Kenneth Glyn Jones. Existen incluso indicios provenientes de
investigaciones sobre observaciones profundas tales como las
“fotografías profundas” de George Jacoby,
obtenidas en el Observatorio Nacional de Kitt Peak, de que su forma
general podría ser más bien la de un cilindro visto desde la dirección
de unos de sus ejes, que la de un anillo, es decir, que estaríamos
mirando hacia un túnel de gas eyectado por la estrella al final de su
vida de fusión nuclear.
Finalmente, estas observaciones han proporcionado evidencia de que el
anillo o cilindro ecuatorial posee extensiones en forma de lóbulo en sus
direcciones polares, similares a las que se encuentran en las
fotografías profundas de M 76, pero que se parecerían aún mas a otras
nebulosas planetarias como
NGC 6302.
Las observaciones profundas muestran también un halo de material que se
extiende por unos 3,5 minutos de arco (Hynes da una medida de 216
segundos de arco, citando a
Moreno & López, 1987,
que hacen recordar a los anteriores vientos estelares de la estrella. El
halo fue descubierto en 1935 por
J. C. Duncan.
Nuestra fotografía a color (tomada con el telescopio Hale de 200
pulgadas en el Monte Palomar) muestra que el material de anillo expone
un nivel decreciente de ionización con el aumento de la distancia a la
caliente estrella central, de unos 100 000 a 200 000 grados Kelvin.
La región interior parece oscura puesto que emite solamente radiación UV,
mientras que en el visible anillo interior, la verdosa luz prohibida del
oxígeno ionizado y del nitrógeno domina el color, y en la región
exterior, solamente se puede observar la luz roja del hidrógeno
excitado.
La estrella central fue descubierta en 1800 por el astrónomo alemán
Friedrich von Hahn
(1742-1805) con un telescopio reflector FL de 20 pies. Este objeto es
una estrella enana blanca de tamaño planetario, que brilla
aproximadamente en 15a. magnitud. Es el remanente de una estrella tipo
Sol, probablemente con mayor masa que nuestra estrella, y que ha lanzado
explosivamente sus capas exteriores a fines de su fase evolutiva tipo
Mira. Con sus más de 100 000 grados Kelvin actuales, comenzará a
enfriarse pronto, brillará como una enana blanca por varios miles de
millones de años, y finalmente se convertirá en una fría enana negra.
Como sucede con la mayoría de las nebulosas planetarias, la distancia a
la que se encuentra la Nebulosa del Anillo M 57 no es muy bien conocida.
En este caso, sin embargo, se han realizado intentos de relacionar su
velocidad de expansión angular (de aproximadamente 1 segundo de arco por
siglo) con su velocidad de expansión radial. Estos resultados, sin
embargo, se basaban en presunciones erróneas de su geometría, que
suponían una forma esférica. Por lo tanto, hasta hace poco tiempo,
solamente se podían obtener estimaciones burdas basados en varios
modelos y presunciones teóricas. Se han dado los siguientes valores para
la distancia: 4 100 años luz (K. M. Cudworth 1974; Mallas / Kreimer); 1
410 años luz (Kenneth Glyn Jones); 2 000 a 2 500 años luz (Veherenberg);
2 000 años luz (Catálogo Celeste 2000.0); “más de 2 000 años luz”
(Catálogo del Universo de Murdin / Allen), 5 000 años luz (Guía del
Cielo de Chartand / Wimmer); 3 000 años luz (WIYN); y de 1 000 a 2 000
años luz (Sun
Kwok, 2000). Todavía está por
determinarse un buen valor, por ejemplo un paralaje obtenido con el
Telescopio Espacial Hubble, pero algunas recientemente mejoradas
técnicas CCD fueron utilizadas por el Observatorio Naval de los EE.UU.
para determinar un paralaje trigonométrico para la estrella central de M
57, el que dio una distancia de 2 300 años luz (Harris
et al., 1997).
A partir de la velocidad de expansión de un segundo de arco por siglo
que hemos dado más arriba, la edad de la nebulosa puede estimarse bajo
la presunción de una expansión constante. Para su extensión actual de
60x80 segundos de arco, esto arroja un período de expansión de unos 6
000 a 8 000 años.
Como la mayor parte de las nebulosas planetarias, M 57 es mucho más
brillante visualmente (con una magnitud de 8,8) que fotográficamente
(9,7 mag.), como consecuencia de que la mayor parte de su luz se emite
en unas pocas líneas espectrales (véase la discusión en nuestra
página de nebulosas planetarias).
Asumiendo una distancia de 2 300 años luz, esto corresponde con una
magnitud absoluta visual de -0,3 (+ 0,5 fotográficamente), o sea que
tendría una luminosidad intrínseca de unas 50 a 100 veces la de nuestro
Sol. Aún la estrella central de magnitud 14,7, con el tamaño de un
planeta terrestre, es apenas más oscura que el Sol, con una magnitud
absoluta de unos +5 o +6.
Su dimensión aparente de 1,4 minutos de arco corresponde a un diámetro
lineal de 0,9 años luz (60 000 unidades astronómicas o 8,8 billones (8,8
x 1012) de kilómetros, y el halo se extendería por un diámetro de 2,4
años luz.
La masa de la materia nebular ha sido estimada en unas 0,2 masas
solares, y su densidad en unos 10 000 iones por centímetro cúbico. Se ha
determinado que su composición química es la siguiente: por cada átomo
de flúor (Fl), la Nebulosa del Anillo contiene 4,25 millones de átomos
de hidrógeno (H), 337 500 de helio (He), 2 500 de oxígeno (O), 1 250 de
nitrógeno (N), 375 de neón (Ne), 225 de azufre (S), 30 de argón (Ar) y 9
de cloro (Cl). Se está expandiendo a unos 20 o 30 kilómetros por
segundo, y se aproxima hacia nosotros a 21 kilómetros por segundo.
Las imágenes de M 57 obtenidas por astrónomos
finlandeses han mostrado una
estrella superpuesta (por delante o por detrás) sobre el anillo.
Para los aficionados, resulta siempre un reto el identificar la tenue
estrella central del anillo (véase los
datos fotométricos de estrellas alrededor de M 57
de Tom Polakis, y la
Fotometría de Estrellas del Campo de M 57, por
Brian Skiff.
M 57 fue la segunda nebulosa planetaria en ser descubierta (en enero de
1779), 15 años después de la primera,
M 27.
Antoine Darquier de Pellepoix (Darquier)
quien descubrió la nebulosa del Anillo apenas unos días antes de que
Charles Messier
la descubriera y
catalogara,
la describió como “una nebulosa opaca pero perfectamente delineada, tan
grande como Júpiter y parece como un planeta que se está desvaneciendo”.
Esta comparación con un planeta puede haber influido para que
William Herschel,
quien encontró que los objetos de este tipo se parecían al planeta
recientemente descubierto por él, Urano, e introdujo el nombre de “nebulosas
planetarias”. Herschel describió a M 57 como una “nebulosa
perforada, o anillo de estrellas”; esta fue la primera mención a su
forma anillada. Extrañamente, el inventor del nombre “nebulosa
planetaria” no tuvo en cuenta a la más prominente representante de esta
clase de objetos, sino que la describió como una “rareza de los cielos”,
un objeto peculiar. Herschel también identificó a algunas de las
estrellas superpuestas, y asumió correctamente que “ninguna de ellas
parece pertenecer a la nebulosa”.
M 57 es muy fácil de localizar, ya que está situada entre Beta y Gamma
Lyrae, aproximadamente a un tercio de la distancia de Beta a Gamma.
Puede ser vista con binoculares como un objeto casi estelar, difícil de
identificar a causa de su pequeño diámetro aparente. En los más pequeños
telescopios de aficionados, el anillo se hace aparente a partir de los
100 aumentos, con un centro más oscuro; una estrella de 12a. mag. se
encuentra al este de la nebulosa planetaria, a aproximadamente 1 minuto
de arco de su centro. Si se logra notar algún color, la Nebulosa del
Anillo aparece ligeramente verdosa, lo que no resulta inesperado ya que
su luz se emite en algunas pocas líneas espectrales verdes. Aún en los
telescopios pequeños puede notarse una pequeña elipsicidad, con el eje
mayor en un ángulo de posición de unos 60 grados. Con aperturas mayores
y buenas condiciones de visibilidad, se pueden apreciar más y más
detalles, pero aún con los grandes instrumentos la estrella central será
aparente solamente con condiciones excepcionalmente buenas, o con la
ayuda de filtros. En los grandes instrumentos y en condiciones muy
buenas se pueden detectar varias estrellas tenues en primer o segundo
plano dentro de la extensión de la nebulosa.
Entre las estrellas vecinas,
Beta Lyrae (Sheliak)
es una notable binaria eclipsante, con componentes de tipo espectral B7
y A8, variando entre magnitudes de 3,4 y 4,4 en períodos de 12,91 días.
Gamma Lyrae (Sulaphat, árabe por “tortuga”) es una gigante tipo
espectral B9III y magnitud 3,2, con una compañera que se encuentra a
13,8 segundos de arco de distancia en un ángulo de posición de 300
grados. La pequeña y tenue galaxia IC 1296, de 0,4 minutos de arco y mag.
14,4, está situada justa a 4 minutos al noroeste de M 57 y puede ser
localizada con grandes instrumentos.
|